martes, octubre 5

seccion postuma

VEINTICUATRO

Nací una madrugada de otoño
con las rosas póstumas
del jardín;
fría oscuridad de tumba.
Los muertos
del cementerio cercano agradecen
estar bajo tierra.




LAS TARDES NO PERDONAN

Fuimos felices
de la manera más limpia
bajo las olas de Albatros
que arrastran monstruos marinos
y botellas no retornables.

El verano exquisito
entre arena fina
que aún llevamos pegada en los ojos
cuando queremos llorar.

SÁBADO

Qué triste es sentir los pies como estropajos
Recién a los diecisiete
Ver mis piernas astilladas
Mis manos sin dedos.

Se me fue desgarrando el alma
Y me duele el pecho profundo.
Estoy suspendida en el tiempo
Seca
Tengo una placa de aluminio endeble
Con números encima.


EL ROJO AMANECER DE LAS VIDAS

Úrsula Starke

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