martes, noviembre 29

extraviarse

no me extraviare


Un vaso de vino entre las flores:
bebo solo, sin amigo que me acompañe.
Levanto el vaso e invito a la luna:
con ella y con mi sombra seremos tres.
Pero la luna no acostumbra beber vino,
y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme.
Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava,
mientras aún es primavera.
En las canciones que entono vibran rayos lunares;
en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace.
Los tres juntos, antes de beber,
holgábamos;ahora, ebrios, cada cual va por su lado.
¡Regocijémonos muchas horas todavía,
en nuestro extraño festín inanimado,
para encontrarnos al fin en el Rio de las Nubes!

LI PO


RODRIGO MATURANA

Observador de las estrellas como única profesión admitida, Rodrigo Maturana resulta un especialista en múltiples campos; demonólogo, botánico, poeta y entendido en cine. además se dedica a cultivar flores raras y maravillosas de preferencia -otra gracia- en envases de margarina; escribe versos, muy buenos según dicen, pero sólo para leer en los bares a los que pasajeramente ha renunciado en beneficio del "soma", como llama a sus actuales voladas esotéricas. Otra de sus singularidades es bajar ocasionalmente de las estrellas para ajustar cuentas con el cine nacional."Fui secretario de producción de las películas hechas en Chile por Raúl Ruiz, compuse la música en El Realismo Socialista, al menos asi aparecia en los creditos, actue en Palomita blanca y hice un pequeño papel en La Expropiacíón. En Palomita Blanca soy el profesor que suelta su speach, absolutamente improvisado y fuera de toda formalidad pedagógica, al alumnado real de un liceo real de calle creo que Chiloé. Por cierto, nada de eso aparecía en el libro del señor Lafourcade, del que Ruiz hizo el contrapunto.
A Lafourcade la película sólo le gustó. Con un socio, sin embargo, la compró cuando, recuperada después de los sucesos del 73, olió en 1994 el exitazo de su exhibición."Cuando hablan mal del cineasta chileno Raúl Ruiz, me da rabia. Raúl es cineasta. Un buen cineasta. El cine chileno no existe. Ustedes me mencionan Johnny cien pesos y yo digo que era el remake de un suceso policial que se dió mucho mejor en directo, en televisión. El tal Johnny es un cogotero de poca monta y debe andar cogoteando de nuevo en las calles. Sin embargo, tenemos el caso Hebig, por ejemplo. Asesinaba a sus amigos escogidos y los enterraba en el patio de la casa. Luego los desenterró y se puso a plantar naranjos. Hermoso y poético, ¿no es cierto? Desde luego la exhumación lo puso en premeditada evidencia, como en Crimen y Castigo.
Y no digo más, porque cuando entro a estos temas de la opacidad nacional, me voy de lengua, y yo, como decía, soy un observador de estrellas, eso es todo". por Graciela Romero publicado en la Revista Paula 1996

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En palabras del maestro "esta entrevista es una entrevista falsa ya que solo algunas de las cosas que dije estan escritas, el resto son inventos de la periodista"